Voy a dejar un ejemplo acá en los comentarios. No muy concreto la verdad, pero es una aplicación específica de los principios que describo en el post. En los equipos de producto solemos tener que tomar decisiones sin mucha certidumbre. ¿Nos jugamos por el feature A que es mas simple pero menos valioso para los usuarios? ¿O por el feature B que parece mas valioso pero es harto mas caro de implementar o mantener? Mi respuesta: Por el A, todo el rato. Claro que hay que ponernos de acuerdo de antemano en qué cosas esperamos que pasen si nos equivocamos y debimos habernos ido por el B. Así, en caso que esas cosas ocurran, siempre podemos complicar más nuestra solución.
Pero si hubiéramos tomado el otro camino e implementado B desde el comienzo, entonces después de implementar la solución complicada ya quedamos casados con esa complejidad, aunque quizás era innecesaria. Muy rara vez podemos darnos el lujo de simplificarlo y quitarle features a un producto.
Que bkn el cuento. Otro periodista me contaba el otro día que la brevedad a veces depende de la existencia colectiva de ideas que representan conceptos complejos. Eso permite capturarlos en palabras, breves frases o imágenes que “comprimen” y capturan mucha información. El cuento me hizo recordar esa idea.
Grande Leo!! Me gustó mucho esta entrega. Justo me topé con un artículo (https://www.nature.com/articles/d41586-021-00592-0) que habla que estamos sesgados a agregar cosas cuando queremos resolver problemas, más que a quitar cosas.
Tenemos muy presente esa heurística de "¿Qué podemos agregar aquí?" cuando buscamos resolver un problema, que no vemos que muchas veces es más simple (y barato, y elegante) quitar cosas.
¿Por qué? Ni idea. Pero me gustó la hipótesis del artículo, que dice que las ideas que quitan cosas tienden a ser menos valoradas. Una propuesta que busca quitar algo puede ser vista como menos creativa que algo que busca agregar algo "innovador". Somos raros los humanos.
Ja, ja, ja me encantó el final. Totalmente de acuerdo pero ojo que puede no funcionar con audiencias en que los profesionales son abogados, comerciales, periodistas, etc. Ellos a veces requieren algo de redundancia y decoración.
La semana pasada aprendí que —contrario a la idea que uno se hace viendo o leyendo algunos medios — en periodismo te enseñan a escribir directo.
¿Por que no ocurre tanto en la práctica? La verdad no lo sé pero la referencia a cargo cults creo que explica un montón de esas costumbres de complicar o enredar las cosas para dar una cierta impresión.
Voy a dejar un ejemplo acá en los comentarios. No muy concreto la verdad, pero es una aplicación específica de los principios que describo en el post. En los equipos de producto solemos tener que tomar decisiones sin mucha certidumbre. ¿Nos jugamos por el feature A que es mas simple pero menos valioso para los usuarios? ¿O por el feature B que parece mas valioso pero es harto mas caro de implementar o mantener? Mi respuesta: Por el A, todo el rato. Claro que hay que ponernos de acuerdo de antemano en qué cosas esperamos que pasen si nos equivocamos y debimos habernos ido por el B. Así, en caso que esas cosas ocurran, siempre podemos complicar más nuestra solución.
Pero si hubiéramos tomado el otro camino e implementado B desde el comienzo, entonces después de implementar la solución complicada ya quedamos casados con esa complejidad, aunque quizás era innecesaria. Muy rara vez podemos darnos el lujo de simplificarlo y quitarle features a un producto.
Me recordaste el cuento más breve del mundo "Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí". Buena entrega y buen recordatorio de feature A vs B.
Que bkn el cuento. Otro periodista me contaba el otro día que la brevedad a veces depende de la existencia colectiva de ideas que representan conceptos complejos. Eso permite capturarlos en palabras, breves frases o imágenes que “comprimen” y capturan mucha información. El cuento me hizo recordar esa idea.
muy buen post , saludos #warketing
Grande Leo!! Me gustó mucho esta entrega. Justo me topé con un artículo (https://www.nature.com/articles/d41586-021-00592-0) que habla que estamos sesgados a agregar cosas cuando queremos resolver problemas, más que a quitar cosas.
Tenemos muy presente esa heurística de "¿Qué podemos agregar aquí?" cuando buscamos resolver un problema, que no vemos que muchas veces es más simple (y barato, y elegante) quitar cosas.
¿Por qué? Ni idea. Pero me gustó la hipótesis del artículo, que dice que las ideas que quitan cosas tienden a ser menos valoradas. Una propuesta que busca quitar algo puede ser vista como menos creativa que algo que busca agregar algo "innovador". Somos raros los humanos.
Gracias por el NL! Está buenísimo
Gracias Leo por el post. Que refrescante volver a leerte. Un abrazo.
Ja, ja, ja me encantó el final. Totalmente de acuerdo pero ojo que puede no funcionar con audiencias en que los profesionales son abogados, comerciales, periodistas, etc. Ellos a veces requieren algo de redundancia y decoración.
La semana pasada aprendí que —contrario a la idea que uno se hace viendo o leyendo algunos medios — en periodismo te enseñan a escribir directo.
¿Por que no ocurre tanto en la práctica? La verdad no lo sé pero la referencia a cargo cults creo que explica un montón de esas costumbres de complicar o enredar las cosas para dar una cierta impresión.